Como cada año, los trabajadores de los Centros Turísticos han rendido tributo a la figura de César Manrique en el aniversario de su muerte. Quince años se cumplen desde que el artista conejero perdiera la vida en un accidente de tráfico y su obra y su conciencia pasaran a convertirse en un referente inmortal para Lanzarote, aunque ya en vida se encargó de cultivar un legado medioambiental que ha hecho que la figura del artista se perpetúe.
A las doce de la mañana, una representación institucional lanzaroteña, encabezada por la presidenta del Cabildo, Manuela Armas, y el consejero delegado de los CACT, Carlos Espino, depositaba un gran ramo de flores en el cementerio de Haría, donde está enterrado el artista, ante decenas de personas anónimas y de representantes de la sociedad de la Isla.
Juan Manuel de la Nuez, trabajador de las Montañas de Fuego, y un miembro de una rondalla, María, han homenajeado al artista con dos lecturas en las que han recordado el pensamiento de César Manrique, con la música de fondo del timple y la guitarra de Alexis Lemes y Samuel.
Del mismo modo que Manrique se "entregó a su pueblo", ha recordado María, su pueblo este martes, 25 de septiembre, se ha entregado también a él con un acto sencillo, que ha contado con una significativa asistencia de conejeros y visitantes.