El Partido Popular ha anunciado que mantendrá "dentro de sus prioridades para Lanzarote la reforma de la Ley de Costas, con el fin de que se tenga en cuenta la singularidad de cada uno de los espacios costeros afectados por los nuevos deslindes marítimos terrestres".
Así lo pusieron de manifiesto tanto el candidato al Senado, Óscar Luzardo, como el aspirante al Congreso, Francisco Cabrera, en la reunión que mantuvieron este fin de semana con un grupo de vecinos de El Golfo, cuyas viviendas y establecimientos están bajo amenaza de derribo. Luzardo y Cabrera destacaron "lo injusta que resulta una normativa cuando su aplicación no tiene en cuenta la realidad y las especificidades de cada lugar, como ha ocurrido en El Golfo y en otros muchos puntos del litoral de la isla".
Para los populares, es fundamental modificar la ley para que se reconozcan los núcleos de población históricamente consolidados, previos a la entrada en vigor de la Ley de Costas, y tener en cuenta el valor etnográfico y socioeconómico de estos espacios.
El candidato del Partido Popular al Senado, Óscar Luzardo, considera que "la protección de nuestro litoral y nuestras cosas debe conjugarse y ser compatible con la realidad de la isla" y muestra su rechazo a la "arbitrariedad" con la que se está aplicando la norma, en cuanto a que "en unos lugares se contempla el deslinde en 20 metros y en otros, como en el del Golfo, se amplía hasta los 100".
Durante el encuentro, los candidatos pudieron constatar "el desanimo y la frustración" que tienen los vecinos afectados debido a la falta de información y la inacción del Gobierno socialista.
Óscar Luzardo y Francisco Cabrera se han reafirmado en el compromiso del Partido Popular respecto a la revisión de la Ley de Costas y han recordado las iniciativas que en este mismo sentido se han presentado en Madrid. Y es que ya en febrero de este año, el grupo parlamentario del PP en el Senado, a instancias de la senadora por la Comunidad Autónoma, María Dolores Luzardo, consiguió sacar adelante una proposición de ley instando al Gobierno a su reforma. Una iniciativa que apoyaron otras formaciones como el Bloque Nacionalista Galego y que el propio senador socialista por la isla votó en contra.