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El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha prohibido de forma cautelar la importación de palmeras de tamaño superior a cinco centímetros de diámetro en la base, originarias de cualquier país y del resto de España, en la Comunidad Autónoma de Canarias, mediante una Orden Ministerial, publicada el pasado sábado en el Boletín Oficial del Estado.
La palmera canaria, Phoenix canariensis, es una especie endémica de la Comunidad Autónoma de Canarias, que muestra una elevada susceptibilidad al ataque del curculiónido ferruginoso de las palmeras, Rhynchophorus ferrugineus (Olivier), el cual provoca la muerte irremediable de los ejemplares que coloniza.
Impacto ambiental
En consecuencia, la aparición generalizada de esta plaga en el Archipiélago canario "supondría un impacto ambiental de gran magnitud al poner en peligro de desaparición las formaciones naturales de la palmera canaria y el reservorio genético que constituyen".
Esta especie está presente en formaciones vegetales naturales en 145 espacios protegidos en las diferentes islas, lo que representa el 40% del territorio del Archipiélago. Además se encuentra como especie ornamental de forma regular en todas las islas, de las cuales la Isla de El Hierro, Lanzarote y los Tiles en la isla de La Palma han sido declarados reservas de la Biosfera por la UNESCO.
La prohibición del Ministerio de Agricultura se refiere a palmeras de tamaño superior a cinco centímetros de diámetro en la base, originarias de cualquier país y del resto de España.
Reacción del Cabildo
El consejero de Política Territorial, Medio Ambiente y Patrimonio Histórico del Cabildo de Lanzarote, Carlos Espino, ha mostrado su satisfacción por la orden adoptada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, prohibiendo de forma cautelar la importación de palmeras de tamaño superior a cinco centímetros de diámetro en la base, en la Comunidad Autónoma de Canarias.
La oden, publicada en el Boletín Oficial del Estado del pasado sábado 28 de enero, intenta frenar así la llegada al Archipiélago del curculiónido ferruginoso de las palmeras, Rhynchophorus (Olivier), más conocido como Picudo Rojo, un insecto ante el que la palmera canaria muestra una especial sensibilidad y que se está difundiendo, en forma de plaga, a través del comercio creciente de palmeras de gran porte originarias de terceros países.
Teniendo en cuenta que la palmera canaria se encuentra de forma regular en todas las islas, la aparición generalizada de esta plaga supondría un impacto ambiental de gran magnitud en el Archipiélago, al poner en peligro de desaparición las formaciones naturales de esta especie.
"Ahora sólo queda esperar que el Gobierno de Canarias prohiba la circulación de palmeras entre islas de cara a garantizar que el picudo rojo no llegue a Lanzarote", declaraba Carlos Espino, quien añadía que "no obstante, desde la consejería continuaremos con las inspecciones que con carácter preventivo ya se están realizando en los puntos considerados de mayor riesgo".