Cuatro días después del anuncio realizado por Podemos sobre el descubrimiento de un importante acuífero bajo los malpaíses de Timanfaya, la Dirección General de Aguas del Gobierno de Canarias ha realizado su primera valoración, aunque sin confirmar si llevará a cabo los estudios complementarios que han demandado tanto esta formación política como el ingeniero Carlos Soler, responsable de este hallazgo.
Aunque el director de Aguas no se ha pronunciado, su departamento sí ha mandado su versión a este medio, en la que asegura que “la Dirección General de Aguas está trabajando de forma conjunta con el Consejo Insular de Aguas de Lanzarote en la búsqueda, delimitación y caracterización de posibles masas de agua en el subsuelo de Lanzarote”. Sin embargo, a continuación reconoce que no cuentan con “pruebas físicas”, es decir, que no se han realizado estudios sobre el terreno, y que “hasta ahora se trabaja en un modelo conceptual, con variables de precipitación, evapotranspiración y coeficientes de escorrentía”.
Precisamente esas variables son las que Soler lleva años planteando que parten de premisas erróneas, al extrapolar a Lanzarote criterios que se dan en territorios continentales o en algunos casos en islas con vegetación, pero que no son aplicables aquí. Sin embargo, pese a que es funcionario del Gobierno de Canarias y asegura que lleva años trasladando su tesis sobre la posible existencia de ese gran acuífero en Timanfaya, el Ejecutivo regional no ha realizado estudios hasta ahora para confirmar esa presencia de aguas subterráneas, que podrían suponer una alternativa económica y ecológica frente a la desalación, que entre otras cosas implica un elevado gasto energético y un alto consumo de petróleo.
“No sé si los Gobiernos anteriores le hicieron caso”
Fue el grupo de Podemos en el Cabildo quien hace casi dos años encargó un informe a Soler al conocer su tesis, cuando contactaron con este ingeniero al buscar asesoramiento para el trámite del Plan Hidrológico Insular. Y tras recibir ese primer informe, y a propuesta del ingeniero, Podemos encargó un estudio geofísico a la Universidad de Barcelona, que fue financiado gracias a la colaboración del grupo Cicar y la Fundación César Manrique. Y ese informe es el que presentaron el pasado jueves, cuando hicieron público el hallazgo de lo que definieron como un “enorme aljibe” bajo Timanfaya.
En esa rueda de prensa, tanto Soler como el portavoz de Podemos, Carlos Meca, ya precisaron que ahora es necesario un segundo estudio, que defina exactamente la cantidad y la calidad del agua, que es el que reclamaron que lleve ahora a cabo el Gobierno de Canarias. Sobre esta petición, desde la Dirección General de Aguas se han limitado a señalar que trabajarán “siempre de forma coordinada con el Consejo Insular de Aguas”, dependiente del Cabildo de Lanzarote, que afirman que es el “competente en la planificación hidrológica de la Isla” y quien “debe determinar la validez de esos estudios que se han realizado al margen de esa planificación insular”.
Sobre por qué el Gobierno no había realizado esos estudios hasta ahora, a pesar de las reiteradas advertencias de Carlos Soler, desde la Dirección de Aguas se han limitado a señalar que lo desconocen. “No sé si Gobiernos anteriores le hicieron caso o no, o si él lo presentó por escrito o no”, han señalado desde el gabinete de prensa, ciñéndose a lo que ha hecho el “actual Gobierno” salido de las últimas elecciones, también a cargo de CC.
Años de advertencias
“Desde luego desde este Gobierno, se le contestó”, han señalado, en referencia al último escrito presentado por Soler el pasado 6 de abril. En respuesta a ese escrito, lo que afirma que hizo el Ejecutivo regional fue “contrastar con la información que el Consejo Insular dispone” y solicitar más datos al ingeniero, que presentó un nuevo informe al Gobierno el pasado 18 de mayo.
Sin embargo, según cuestionó el propio Carlos Soler durante la presentación realizada la pasada semana, ésta no era la primera vez que planteaba esta tesis por escrito al Ejecutivo regional. Incluso, explicó que durante la elaboración del Plan Hidrológico Insular de Lanzarote se le solicitó un informe, en el que advirtió de los “errores” en los que se estaba incurriendo, pero ni siquiera recibió respuesta.
Entre otras cosas, Soler advertía de que no se habían hecho verdaderos estudios sobre la realidad del agua en la isla y que se partía de premisas falsas, como hablar de un concepto de “transpiración” que se da en otras islas con vegetación, pero no en Lanzarote; como la existencia de un solo acuífero en la isla, cuando este estudio ha señalado la existencia de este otro en Timanfaya; o como el cálculo sobre la permeabilidad del suelo en los malpaíses, donde mostró fotografías reflejando los signos de la morfología del suelo que evidencian que la zona de Timanfaya es “completamente permeable” al paso del agua de la lluvia, a diferencia de lo que sostiene el “modelo conceptual” con el que trabaja el Gobierno de Canarias.
Afirman, sin informes, que podrían ser aguas “discontinuas”
“Se han estado haciendo, pero no exactamente en Timanfaya”, han respondido desde la Dirección de Aguas para justificar la ausencia de esos estudios que reclamaba Soler. Al respecto, han apuntado que podría haber agua “en acuífero” en los Ajaches y en Famara, aunque tampoco se ha avanzado en ello ni se refleja en el Plan Hidrológico de Lanzarote.
En cuanto a Timanfaya, aunque reconocen que no han hecho estudios ni tienen “pruebas físicas”, afirman que hay “posibilidad” de que existan aguas, pero “discontinuas”. Así, apelan a la “cautela” ante el estudio elaborado por la Universidad de Barcelona y ante el informe realizado por Carlos Soler, que entre otros reconocimientos y premios cuenta en su trayectoria con el hito de haber descubierto la Fuente Santa de La Palma, tras siglos de búsquedas infructuosas.
“En Timanfaya no hay constancia” y “hay que hacer muchos estudios” han sido otros de los mensajes lanzados desde la Dirección de Aguas, que de momento no confirma si tiene intención de llevarlos a cabo y se remite al Cabildo de Lanzarote, insistiendo en que es quien tiene “las competencias” en la materia a través del Consejo Insular de Aguas.