El control del urbanismo en la Isla y la ausencia de instrumentos para realizar una política efectiva de contención de crecimiento es el problema más grave a la hora de aplicar la Ordenación del Territorio.
Y así lo entiende el Consejo de la Reserva de la Biosfera, que se reunió ayer en sesión ordinaria, y cuyo presidente adelantó a los asistentes que el Cabildo constituirá una unidad de disciplina urbanística para velar por el cumplimiento de la voluntad de todos los lanzaroteños.
Así lo confirmó en declaraciones a LA VOZ el máximo responsable del organismo, Carlos Espino, el también consejero de Política Territorial de la Primera Institución. "Vamos a potenciar los servicios de disciplina, vamos a tratar de disponer de más personal para saber lo que está pasando en el territorio y vamos a reforzar el papel de las dotaciones que ya tenemos, de letrados y resto de personal técnico, para hacer el seguimiento adecuado de las sanciones.
Lo que en este momento no es entendible es que entre cientos de infracciones que ha recogido la Agencia de Protección del Medio no haya ninguna referida a los procedimientos iniciados por el Cabildo de Lanzarote".
Las alegaciones de los miembros
El consejero de Alternativa Ciudadana 25 de Mayo (AC-25M), Pedro Hernández, pidió la palabra para congratularse en un primer término del establecimiento de esa unidad de disciplina, aunque llamó la atención de los presentes sobre el hecho de la necesidad absoluta de conocer con precisión exacta el número de camas que hay en la Isla.
Además, recordó Hernández que desde que comenzara el proceso de contención de crecimiento han pasado más de quince años y pidió que se elaborara una memoria repasando todas las acciones emprendidas desde entonces.
La propuesta de AC fue apoyada por Fernando Prats, que reconoció que no se dispone de instrumentos efectivos para realizar el control urbanístico y pidió a los miembros del Consejo que se pusiera una solución a ese problema cuanto antes para sacar adelante la sostenibilidad de la Isla. También la necesidad de contar con una memoria fue bien vista por el arquitecto.
Biodiversidad de la Isla de los Volcanes
Por su parte, el representante de la Universidad de La Laguna rebatió el argumento de Prats sobre el desconocimiento del medio marino de Lanzarote, señalando que las dos universidades canarias cuentan con excelentes estudios sobre éste, incluyendo la biodiversidad de la Isla de los Volcanes.
Por otra parte, la Universidad incidió en la importancia de la educación ambiental en la sociedad, como uno de los ejes más importantes de lo que debería ser la nueva estrategia de cara a las próximas décadas. "Una sociedad es progresista cuando es educada". Con estas palabras dejó zanjado el asunto el académico desplazado desde Tenerife.
Pacto por el Territorio
Una de las propuestas más interesantes por parte de los miembros del Consejo fue esbozada por el representante de la Fundación César Manrique, Fernando Ruiz. Además de alabar la idea de la oficina de disciplina y dar su voto de confianza a Prats como redactor de las líneas de trabajo, Ruiz solicitó al Pleno del Consejo que se convocara una sesión extraordinaria para reflexionar sobre la necesidad de un "pacto por el territorio", un documento que plantee los puntos mínimos en la gestión del mismo.
Este pacto vendría a suplir las inestabilidades de la política insular, ya que sería un órgano independiente de los vaivenes aritméticos en la conformación de los grupos de Gobierno insular y locales. "La política y la aritmética no pueden afectar al funcionamiento normal del Consejo", sentenció Ruiz.
Red Canaria de Reservas de la Biosfera
Otro de los puntos destacados del orden del día fue la posible constitución de la Red Canaria de Reservas de la Biosfera. En la propuesta de resolución se insta al Gobierno de Canarias a su creación como modo de innovación, para que aporte nuevas ideas y cooperación para la promoción de proyectos de interés mutuo, con la intención de buscar la permanente mejora de las estrategias de la sostenibildad.