El alcalde de Arrecife, José Montelongo, ha visitado a Pilar Callero y Sinforiano Lemes en su casa de Argana, después de que la pasada semana se supiese que el Juzgado ha fijado una nueva fecha para el desahucio de estos ancianos, el próximo 10 de marzo. Según ha señalado el alcalde, el Ayuntamiento ha pedido a Juan Antonio Rivera SL, Iveco, la empresa propietaria de la casa, que "paralice" el desahucio de estos dos ancianos de Argana, pero "ha sido imposible convencerles".
"Por ese motivo, ofrecemos a Sinforiano y a Pilar una nueva casa para que puedan seguir sus vidas con normalidad", ha dicho el alcalde. Se refería así a las "gestiones" que, como ya informó La Voz de Lanzarote, ha iniciado el Instituto de la Vivienda del Gobierno de Canarias con el Ayuntamiento capitalino para ofrecer a esta pareja una vivienda en la que residir cuando finalmente sean desalojados.
Montelongo ha acudido acompañado por la responsable de Bienestar Social, Eva de Anta, y por el concejal Andrés Medina, a visitar a Sinforiano y Pilar, que tienen 91 y 88 años respectivamente, para mostrarles el "apoyo" de la Corporación. El alcalde ha cuestionado el procedimiento que "deja desprotegidas a dos personas de avanzada edad y sin recursos".
"No podemos olvidar que el solar fue cedido a la iglesia católica para proteger a las personas que por aquel entonces no tenían un lugar donde vivir. La situación para estos vecinos no ha cambiado. No entendemos cómo se produjo la compraventa de los terrenos y mucho menos que en la circunstancia actual de los vecinos se vean obligados a dejar su residencia", ha añadido el primer edil.
Sinforiano y Pilar llevan años luchando para permanecer en la casa en la que residen desde hace más de cinco décadas. La vivienda fue vendida por la Diócesis de Canarias a Juan Antonio Rivera S.L., Iveco, en 2006. Desde entonces, la pareja se ha enfrentado ya a tres órdenes de desahucio. El procedimiento de desahucio había permanecido paralizado desde mayo de 2014, pero el pasado mes de octubre la empresa inició los trámites para retomarlo. Paralelamente, la pareja ha demandado tanto a la Diócesis como a la empresa por la venta de esas casas. Ese procedimiento sigue su curso en el Juzgado de Primera Instancia número 4 de Arrecife.