Aunque continúa presentando "iniciativas con papelería ‘popular’", el concejal del PP en Teguise, Francisco Dorado, lleva casi un año en el grupo de ediles no adscritos a ninguna formación. Según ha explicado el propio Dorado a La Voz, pocos meses después del inicio de la legislatura, en octubre de 2015, tomó la decisión de abandonar el grupo mixto e incorporarse al de los no adscritos, aunque esa decisión no había trascendido a los medios. El concejal sostiene que, de ese modo, puede "asistir a todas las comisiones" y tiene "voz propia" en los plenos. Ese cambio de grupo, no obstante, también tiene una repercusión económica para el concejal, que percibe una retribución de 50 euros por cada una de esas comisiones a las que asiste.
Dorado señala que los concejales que conforman el grupo mixto se "reparten" las áreas de las distintas comisiones y asisten exclusivamente a las que les corresponden. Así, durante los meses en que formó parte del grupo mixto como edil del PP -que no tiene grupo propio en Teguise- le correspondían las comisiones de "dos o tres áreas", mientras que ahora acude a todas. Antes de cada pleno (generalmente se celebra uno al mes) se reúnen las comisiones de todas las áreas afectadas por asuntos que se vayan a tratar en esa sesión plenaria. "De la otra manera yo asistía a dos o tres y cobraba las dos o tres, pero bueno, eso es un reglamento", defiende el concejal del PP.
Francisco Dorado hace hincapié en que la "comunicación" del grupo mixto "no funciona como en un grupo político homogéneo" y que no era habitual "pasarse parte" entre los ediles de las distintas formaciones que acudían a cada comisión. "De hecho, al salirme del grupo mixto y pasarme a los no adscritos, yo estoy condenado a no tener ningún tipo de cargo, no pueden hacerme concejal de ningún área si mañana cambia el grupo de Gobierno", continúa argumentando, en cuanto a la posibilidad de cobrar un suelo del Consistorio.
Añade, además, que "reglamentariamente" en el pleno ha de ser la portavoz del grupo mixto quien tome la palabra. Ahora, apunta, "tengo siempre voz en el Pleno", pues explica que, de permanecer en el grupo mixto, aunque "en la práctica no se lleva así por deferencia del alcalde", si éste no quisiera darle la palabra, no tendría derecho a intervenir.
"De esta manera tengo voz propia y yo soy mi propio portavoz", subraya, explicando que aunque se "lleva muy bien" con la portavoz del grupo mixto, de Somos Lanzarote, no la consideraba su portavoz, en alusión a las diferencias ideológicas entre ambas formaciones. Para Dorado, su paso al grupo de los no adscritos "no tiene trascendencia política" ni "nada que ver con el partido", del que continúa formando parte, sino que se trata únicamente de un modo de tener "voz" y acceso a lo que se trata en cada comisión.