Dimas Martín confirmó a lavozdelanzarote.com que el Partido de Independientes de Lanzarote (PIL) no llevará a los tribunales de Justicia la presidencia de Inés Rojas, pero si le solicitará que dimita como máxima responsable de la Corporación, una vez que se oficialice su paso al grupo de los no adscritos. "No vamos a emprender ninguna acción judicial para tratar de conseguirlo", precisó el líder histórico de los nacionalistas. "Le recordaremos que es una tránsfuga. Creo que es la primera vez en la historia de los cabildos que una corporación está presidida por una persona perteneciente al grupo de los no adscritos", agregó.
Martín insistió en que Rojas decidió sentarse en la silla presidencial a sabiendas de que estaba expulsada del PIL, por lo que la volvió a tildar de presidenta "tránsfuga y además ilegítima", aunque subrayó que "no nos queremos meter en los tribunales para crear una inestabilidad indebida".
Incertidumbre política
Inés Rojas accedió a la presidencia de la Corporación porque un informe de la Junta Electoral Central y otro de la Secretaría del Cabildo determinaron que debía proclamarse como presidente o presidenta de la Corporación a la cabeza de lista del partido más votado. El PIL lo es en Lanzarote y en su momento no había comunicado a la secretaría del Cabildo que Rojas y cuatro consejeros más estaban expulsados de la organización política.
Desde el momento en que la presidenta actual pase al grupo de los no adscritos y por tanto deje de ser legalmente consejera del PIL, quedaría sin piso el principal motivo que la llevó a ostentar la máxima responsabilidad del Cabildo insular. Dado los antecedentes, el PIL podría pedir a Inés Rojas no sólo la dimisión, sino la convocatoria de un Pleno para la proclamación de Plácida Guerra como nueva presidenta, quien hoy por hoy es cabeza de lista de la formación nacionalista. Este caso prácticamente quedó descartado por Dimas Martín, pero no deja de ser un disparate toda la movida política que se ha presentado durante esta accidentada legislatura.