El Cabildo de Lanzarote ha aprobado por unanimidad en el Pleno ordinario celebrado este lunes, 24 de octubre, archivar la revisión del Plan Insular de Ordenación de Lanzarote (PIOL) de 2007, iniciar un nuevo procedimiento de Modificación sustancial del PIOL junto con la tramitación de su documento ambiental, y conservar todos aquellos documentos que se elaboraron para la revisión del PIOL de 2007 que sean "útiles y necesarios para la tramitación del nuevo procedimiento", explican desde el Cabildo.
La presidenta del Cabildo de Lanzarote, María Dolores Corujo, ha explicado que ha acordado "el inicio de los trámites para que la Isla cuente con un Plan adaptado a la realidad y legalidad vigente, ya que el anterior no se ajusta desde varios puntos de vista a la actualidad".
“El borrador del antiguo PIOL nació muerto, ya que, cuando fue entregado, ya había entrado en vigor una Ley del suelo que anulaba todas las disposiciones de contenido urbanístico contenidas en el mismo. Los propios objetivos del Plan han quedado desfasados después de 15 años de tramitación, quedando obsoleto y alejado de la realidad de Lanzarote”, ha manifestado Corujo.
Por su parte, la consejera de Patrimonio, Ariagona González, ha detallado la "importancia de aprobar esta propuesta, en tanto que, a partir de 2013, cuando se frenó el avance de redacción del PIOL de 2007, en enero de 2017 hubo que firmar una prórroga con el redactor, porque el documento no estaba listo para su aprobación inicial".
“La existencia de modificación sustancial significa que debe iniciarse un nuevo procedimiento de evaluación ambiental estratégica. Ese estudio ambiental estratégico debería haber estado elaborado antes del 11 de diciembre de 2021. Además de este, el Plan siguió encontrándose con varios inconvenientes, a los que debemos sumar que el documento que presentó el equipo redactor en su momento, partía de un análisis de la isla de 2008. A 2022, este análisis está obsoleto y alejado de la realidad actual de Lanzarote”, señaló González.
“La emergencia climática en la que nos encontramos, y la más necesaria que nunca sostenibilidad, hacen que necesitemos un instrumento acorde a los nuevos tiempos, y que nos marque las líneas a seguir en el futuro”, concluyó la consejera.