Política

Antonio David, víctima de una tuberculosis no detectada a tiempo

La muerte de Antonio David ni siquiera ha saltado a los medios de comunicación. Este joven era toxicómano y una tuberculosis acabó con su vida hace dos semanas pero, lo más llamativo de esta historia, es que Antonio ...

La muerte de Antonio David ni siquiera ha saltado a los medios de comunicación. Este joven era toxicómano y una tuberculosis acabó con su vida hace dos semanas pero, lo más llamativo de esta historia, es que Antonio David había acudido al médico en busca de ayuda y, según denuncia la presidenta de Calor y Café, Sor Ana, le dijeron que "no tenía nada".

Antonio David se ganaba la vida como aparcacoches en la calle José Antonio, en Arrecife, justo antes de la salida de la ciudad hacia Playa Honda. Tenía alrededor de 35 años y acudía con frecuencia al comedor social de Calor y Café. De hecho, fue precisamente Sor Ana, quien llevó a Antonio David a Urgencias hace más de un mes, al ver que no se encontraba bien. "Era un cadáver", afirma Sor Ana.

Sin embargo, su primera visita al médico no sirvió de mucho. Antonio David fue atendido en el Hospital Doctor José Molina Orosa pero, asegura Sor Ana, "no le hicieron nada". "Sólo le dijeron que tenía faringitis. Yo sabía que le pasaba algo más porque estaba muy mal e insistí en que se le ingresara, pero el médico me dijo que no, que no le pasaba nada".

Y, efectivamente, sí que le pasaba. 25 días después, Sor Ana volvía a llevar a Antonio David a Urgencias. En esta ocasión, al Centro de Salud de Valterra donde, tras realizarle varias pruebas, le detectaron que tenía tuberculosis. Antonio David fue ingresado entonces en el hospital.

Allí se comprobó, según cuenta Sor Ana, que a pesar de que pasaban los días, Antonio David "iba empeorando". "Le encontraron que tenía una rotura en el intestino", señala. Y, por ello, tras barajar la posibilidad, se le acabó operando, después de una semana de llevar ingresado. Sin embargo, la historia no tuvo un final feliz. Antonio David perdió su vida en el quirófano. "No sé qué hubiera pasado si le hubieran detectado la tuberculosis la primera vez que le lleve al médico. Lo único de lo que tengo remordimientos es de no haber denunciado al médico, por falta de humanidad", concluye Sor Ana.