El pianista madrileño Luis Fernando Pérez vibró e hizo vibrar al público que se reunió el pasado viernes en el Auditorio Cueva de los Verdes para acercarse al virtuosismo de quien es, por méritos propios, uno de los mejores intérpretes de su generación.
Con un repertorio completamente renovado, Pérez mostró lo mejor de sí mismo y se desenvolvió con la naturalidad, la sensibilidad y el perfeccionismo de quienes están tocados por la varita de los escogidos.
Su interpretación de la Balada para piano n.º 1 y los nocturnos de Chopin fueron “sublimes”, pero fue con la Suite Iberia, del maestro Albéniz, y El Amor Brujo, de Falla, donde desplegó todo su talento para regalar a los asistentes una noche inolvidable.
Luis Fernando Pérez regresó al Auditorio Cueva de los Verdes, esta vez de forma presencial, y pudo sacarse la espinita que tenía clavada desde que el inicio de la pandemia obligó a suspender el concierto incluido en el programa del cartel del Festival de los Conciertos de la Cueva 2020.