La Cueva de los Verdes se convierte el próximo viernes 27 y sábado 28 de diciembre en escenario de 'Faro', una obra inspirada en la poesía del faro, en la que el espectador disfrutará de los diferentes palos flamencos y versiones de míticas canciones que se han inspirado en su estampa. Se trata de un espectáculo del bailaor Eduardo Guerrero.
Guerrero comenzó a bailar por casualidad o porque estaba escrito que así tenía que ser.
"Comencé a bailar con seis años en una escuela de Cádiz, de donde soy, que estaba justo debajo de casa de mi abuela. A mí me llamaba mucho la atención, cuando pasábamos por delante al ir a ver a mi abuela, ver a la gente bailando y divirtiéndose. Yo siempre le decía a mi abuela que quería ser bailaor, como otras muchas cosas, como todos los niños", explica. "Y un día, al ir a ver a mi abuela, me había comprado unos zapatos de baile y me apuntó a la escuela. Yo era muy revoltoso pero en la escuela me porté muy bien. Y cuando mi madre vio lo bien que me portaba, allí me dejó. A partir de ahí empecé a bailar y, por suerte, conocí el maravilloso mundo del flamenco que, hoy, para mí es todo".
No es raro, por tanto, que Eduardo llamara a su primer espectáculo 'De Dolores' por su abuela. "Ella fue la primera persona que me dio la oportunidad de conocer el baile", confiesa.
Los primeros años fueron muy intensos. "Empecé muy joven y eso me permitió a los 16 o 17 años entrar en la compañía de Aida Gómez y empezar a bailar con grandes artistas como Eva La Yerbabuena, Rocío Molina, con el Ballet Nacional de España, Javier Latorre, Rafael Aguilar? fue cuando empecé a concebir lo que era este arte", explica.
En el año 2011, con su propia coreografía "Mayo", obtiene el 1er Premio del Concurso Coreográfico de Conservatorios Profesionales y es a partir de entonces cuando Eduardo empieza su carrera en solitario. "Llega un momento en que notas, sientes una llamada de atención, que te obliga a hacer cosas propias, a crear. Al principio da un poco de miedo porque abandonas el camino conocido, pero al final te das cuenta que es necesario en un artista: saber crecer como creador, como coreógrafo y como director", cuenta.
La conexión con el espectador depende siempre de cada espectáculo. "En el fondo, uno nunca sabe lo que se va a encontrar detrás del telón", explica. "Lo que intento siempre es dar el cien por cien de mí mismo. Nunca me dejo nada, me desnudo por completo, no guardo energía para otra cosa? muchas veces la crítica me dice que derrocho energía, pero para mí es gratificante porque pienso que toda esa gente ha venido a disfrutar de mí y yo me siento obligado a darlo todo. Siempre. En cada actuación".
Guerrero cuenta que 'Faro' es un espectáculo que se creó, inicialmente, para un productor que quería hacer una gira por todos los faros de España. "Yo vivo, vivía, frente al faro de Cádiz y cuando me hicieron esta propuesta, conecté rápidamente con esa imagen, ese cuadro poético que supone la luz del paro como la bata de cola de una bailaora, y así empezó a crearse la obra", cuenta. "Comencé a trabajar, a incluir temas como 'Alfonsina y el Mar' y otros muchos que hablan del mar. Creo que el resultado merece la pena".
El bailaor aún no conoce Lanzarote, ni la Cueva de los Verdes más que por fotos e imágenes de espectáculos allí celebrados. "Creo que es un sitio mágico, especial y que tiene un atractivo muy emocionante. De hecho, no hemos querido llevar escenografía, sino construir sobre lo que allí hay para hacer algo diferente, único", explica. "Queremos hacer algo especial. Además es el culmen de un año de mucho trabajo y muchos éxitos, así que para nosotros, para mí, también va a ser muy especial. Es la primera vez que voy a actuar en un lugar tan especial y estamos todos muy emocionados".