Opinión

Canalizo las emociones profe, porque no quiero enfermar

Aunque parezca repetitivo y algo ya muy tratado, sigo considerando que sigue habiendo mucho fracaso ya no solo a nivel académico de los niños, sino también a nivel personal.

El tema de las emociones, creo que sigue siendo el punto clave ante todo esto, ya no es tratar e impartir un área, como Emocrea, que trata el tema emocional, sino que debería ser vivimos a marchas forzadas, para acabar temario, porque
así se nos exige, debemos conocernos profundamente, para poder resolver los miles de conflictos que encierran esas cabecitas.

Damos mucha importancia a cosas abstractas, olvidando un poco las estructuras subcorticales del cerebro, como son la memoria, las emociones, el placer, que son sumamente importantes en el desarrollo. He estudiado y me he formado mucho en este aspecto, por necesidades como madre, y me veo capaz de mirar a mis alumnos de una manera incondicional, no los juzgo porque cada uno está librando sus batallas, aunque parezca extraño, pero hoy tienen vivencias muy duras en sus casas. Por supuesto que tienen sus momentos de ira, frustración rabia y creo que mi tarea, y no menos fácil es enseñarles, a que resuelvan esas conductas que vienen por una mala gestión de sus emociones, no los exculpo de algo que hayan hecho mal, pero les enseño a canalizar esa emoción negativa.

Goleman decía, el logro real no depende tanto del talento como de la capacidad de seguir adelante a pesar de los fracasos”, no es que sea una moda hablar de esto, es una necesidad, cada vez hay mas niños con tratamientos para la ansiedad, creo que en la vida dependemos más de las competencias emocionales, que de las cognitivas. Cuando de pequeños aprenden a gestionar todo su campo emocional, más felices serán y mas éxito en la escuela tendrán. ES importante ser emocionalmente inteligente, creo que Canarias es la única comunidad autónoma que imparte la asignatura referida a este tema, de ahí que somos afortunados los docentes, de tener este privilegio de ahondar en nuestros alumnos en esta competencia.

Cuando hice mis cursos de formación, aprendí cosas tan importantes, como que tiene que haber una conexión afectiva entre padres e hijos, hay que regar ese amor a diario, escucharnos, dialogar en casa, parar las prisas, y hacer ese
diálogo como una necesidad, igual como si de comer se tratara. El reñir a mis hijos o desmotivarlos no servía de nada, porque perdían la confianza en si mismos, el poder de la palabra es muy grande, y hay que tener mucho cuidado con lo que comunicamos.

Ser un equipo en casa, de esta forma unidos, todos cooperan en casa y no es necesario las amenazas y los castigos. Sería muy conveniente que los ayuntamientos promovieran la creación de talleres para formar a los padres y que ellos puedan en casa, trabajar con sus hijos. Aprender a hablar y a escuchar, parece fácil pero no se hace, que nuestros hijos nos cuenten todo y seamos empáticos con ellos porque de no serlo se cerrarán más y no tendrán confianza. No es conveniente tampoco, sobreproteger al niño para que no se sienta abrumado, esto no le ayuda sino que por el contario lo dejará sin herramientas para su futuro, cuando se encuentre con situaciones difíciles, manejar las emociones no significa minimizarlas, reprimirlas, ignorarlas o juzgarlas.

Que haya un mediador en la familia, es de suma importancia, alguien que ahonde en ese conflicto familiar, para resolver algo que ha enfrentado a algún miembro de la familia, así se reforzarán los lazos afectivos y familiares. No podemos ignorar las emociones, porque tomaremos decisiones erróneas dice Albert Alegre, y tiene toda la razón. Cuando nos preguntan cómo estamos, solemos contestar, bien, mal, de bajón, pero jamás decimos con propiedad que nos pasa, ese analfabetismo emocional nos hace caer en depresiones y en falta de autoestima, sin embargo si nombramos la emoción que nos embarga, los que nos rodean sabrán cómo tratarnos.

Si a un niño que está enfadado con su hermana, porque no quiso jugar y además le rompe su muñeca como venganza, nosotros lo castigamos, solo conseguiremos aumentar su ira, si por el contrario, le decimos, ¿Qué te parece si nos sentamos a merendar y te doy un abrazo hablamos de lo que pasó? rompemos de golpe su enfado porque no espera nuestra propuesta.

Imparto clase de yoga con mis alumnos y enseñarlos simplemente a respirar correctamente y relajarse, les ayuda mucho, otra manera de poder ayudarlos a manejar su interior.

Quiero ser una maestra del alma y poder ver, dentro de ese magnífico océano llamado emociones.