El origen del brote de salmonella typhimurium que ha afectado a al menos 31 personas en la isla estaba en un lote de queso de la quesería La Flor de Teguise. Así lo ha confirmado Sanidad, que ha informado de que los análisis realizados al queso que algunos afectados por esta bacteria todavía tenían en sus casas han dado positivo en salmonella. Se trataba de tres muestras distintas, de afectados que "no tenían relación entre sí", algo que para Salud Pública confirma que el origen del brote estaba "en el consumo de ese queso" en concreto. Según apunta la Consejería, únicamente algunos quesos de un lote concreto estaban contaminados. Se desconoce, sin embargo, cómo llegó hasta ellos la bacteria.
Se confirma así una de las hipótesis que barajaba Sanidad, que apuntaba a que fuese una partida que ya se había distribuido cuando se tuvo conocimiento del brote la que causó las intoxicaciones. Y es que los análisis realizados a los quesos que había en esas instalaciones el pasado 5 de febrero, cuando se tuvo conocimiento de las intoxicaciones y se trasladaron hasta allí los inspectores, habían dado negativo. También se conocen ya los resultados de los análisis realizados a otras dos muestas tomadas en establecimientos minoristas, que han dado negativo. Esto, apuntan desde la sección de Epidemiología de Salud Pública, "descarta" a los comercios en los que se tomaron las muestras. Si no, "no sólo se hubieran contaminado los quesos, se hubieran contaminado otros alimentos u otros quesos, no todos de la misma empresa", señalan.
En base a estos análisis positivos y a los anteriores negativos, Sanidad cree que se trata de algo "puntual". Así lo ha indicado a La Voz, incidiendo en que los quesos que La Flor de Teguise ha producido después de esa fecha también están dando negativo en salmonella. El departamento mantiene ahora la "prohibición" a la quesería de distribuir sus productos.
El resultado de estos análisis acota las posibilidades, pero sigue, no obstante, sin aclarar cómo se contaminaron esos alimentos. "Seguimos investigando las posibles causas", han apuntado al respecto desde Sanidad. La consejería está todavía pendiente de despejar otras posibilidades y baraja varias "hipótesis". Una de ellas apuntaba a las gallinas de "autoconsumo" que los propietarios de la quesería o familiares suyos tienen cerca de las instalaciones.
Esta hipótesis contempla la posibilidad de que la salmonella esté en esos animales y que una de las personas que manipula los quesos estuviera en contacto con ella. Para corroborar o desmentir esta teoría, la Dirección General de Ganadería ya ha tomado muestras a las heces de las gallinas y espera ahora los resultados de los análisis.