Tribunales

El TSJC condena a 12 años de prisión a un hombre por abusar sexualmente de la hija menor de su pareja

"La lacerante vivencia de esos ataques a su indemnidad sexual acompañarán al menor durante buena parte de su vida", expone la Sala entre su argumentario

Carlos Mario durante una sesión del juicio. Foto: José Luis Carrasco.

La Sala de lo Penal del Tribunal Superior de Justicia de Canarias ha desestimado el recurso de apelación interpuesto por la defensa Carlos Mario M.G. que abusó sexualmente de la hija de su pareja cuando esta tenía solo ocho años y ha confirmado así su condena a 12 años de prisión. 

El Tribunal Superior de Justicia de Canarias respalda así el fallo de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Las Palmas de Gran Canaria que determinó que era culpable de abusar de forma continuada de la niña. En la misma posición, el Ministerio Fiscal y la acusación ejercida por la madre de la menor apoyaron la sentencia en primera instancia.

Según los antecedentes de hecho, el acusado aprovechaba "cada ocasión en la que permanecía a solas con la menor" para realizarle tocamientos en los genitales e introducirle, "en múltiples ocasiones", los dedos en la vagina.

En uno de los momentos en los que la madre de la menor estaba fuera de la vivienda, el acusado abusó de la menor e introdujo su pene en la vagina de la niña, sin utilizar protección y "sin que conste que llegara a eyacular". En otra ocasión, le lamió los genitales.

A pesar de que no era su padre biológico, el hombre había asumido el rol de padre de la niña "en todas las facetas correspondientes" y la menor confiaba en él. Además, la chantajeaba con publicar fotografías desnudas de su madre si contaba algo. 

 

El episodio de la villa y la destrucción de un móvil

El TSJC ha desestimado los argumentos ofrecidos por la defensa del condenado, que aludió a un error en la valoración de la prueba y la vulneración de la presunción de inocencia. Además se apoya en diferentes elementos periféricos como que el acusado habría tratado de destruir su teléfono móvil con fotografías sexuales de su pareja y con la sospecha de que también hubiese grabado los abusos a la menor.

Según la declaración de la madre de la menor en el juicio y que fue reproducida por La Voz, las escenas de agresión sexual continuadas se destaparon en mayo 2020. En ese año la familia alquiló una villa para una celebración familiar. Al encuentro asistió toda la familia, así como un amigo de Mario y su hija.

En un momento de la noche, Mario se quedó dormido en el sofá en el que también estaba la hija de su amigo. Unos gritos despertaron a la gente que estaba en la vivienda y la joven profirió que Mario le estaba realizando tocamientos sexuales. 

La Sala hace referencia a "un elemento corroborador periférico" de los hechos. En este caso, se trata del teléfono móvil del acusado, que lanzó (o se le cayó, según él) a la piscina de la villa. "Con el episodio de la villa sentí esa frustración de que le haya pasado a otra chica y que yo no lo había dicho", comenzó, "pero me dio la fuerza de intentar decirlo", narró la propia joven en su declaración en sede judicial.

"El daño a la infancia maltratada proyecta sus negativos efectos durante mucho más tiempo. La lacerante vivencia de esos ataques a su indemnidad sexual acompañarán al menor durante buena parte de su vida", expone la Sala entre su argumentario.

Con este nuevo fallo, la Sala ha ratificado la condena y Carlos Mario M.G. ha sido condenado a 12 años de prisión, inhabilitación absoluta durante el tiempo de la condena, la prohibición de acercarse a menos de 500 metros de la menor, así como comunicarse con ella por cualquier medio en 20 años. 

Además, una vez salga de prisión no podrá acercarse a ella por un periodo de ocho años, que se ejecutará con posterioridad a la pena privativa de libertad impuesta. También tendrá que indemnizarla con 20.000 euros por los daños morales ocasionados, ya que la víctima trató de quitarse la vida en diferentes ocasiones a raíz de lo sucedido.