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Cerca de 2.000 lanzaroteños han decidido ya cómo quieren que sea el final de su vida

El documento contiene la instrucciones que el personal sanitario deberá seguir cuando el paciente ya no pueda expresar su consentimiento

Fachada del Hospital Molina Orosa durante la crisis del coronavirus en Lanzarote

Un total de 1.937 personas en Lanzarote han presentado una manifestación anticipada de voluntad o testamento vital, el documento que contiene la instrucciones que el personal sanitario deberá seguir cuando el paciente ya no pueda expresar su consentimientoAsí lo expone el Centro de Datos de Lanzarote, a través de las cifras ofrecidas por el Servicio de Estudios y Normativa de la Consejería de Sanidad. 

Esta medida está pensada para procurar una muerte digna del paciente, evitar o aceptar tratamientos sanitarios, donar órganos y tejidos, así como liberar a los familiares de la toma de decisiones sobre una enfermedad propia. 

Con datos del 2 de septiembre de 2024, en Lanzarote se registraron el 9,46% de las manifestaciones de voluntad que se llevaron a cabo en Canarias. En la mayoría de los casos, en el 78,27%, este documento fue firmado ante un funcionario. Mientras tanto, un 18,22% de las personas prefirió hacerlo ante un notario y, en menor medida, un 3,51% ante un testigo. 

Hasta la citada fecha, las mujeres son quienes más recurren a firmar las manifestaciones anticipadas de voluntad. Tal es así que 1.284 mujeres firmaron su testamento vital, frente a lo 653 hombres. 

Con datos de los primeros meses del año, Lanzarote se había colocado como la isla canaria que más testamentos vitales realiza. Hasta mayo del presente año, según los datos del Área de Salud de la isla, en el 82,2% de las manifestaciones realizadas los pacientes escogían la eutanasia como medida al final de su vida en situaciones graves e incurables, crónicas e imposibilitantes. 

Este tipo de documento contempla situaciones tales como si los familiares y seres queridos pueden acompañar al paciente en el momento final de su vida, si desea o no recibir atención espiritual o religiosa, si prefiere morir en su casa o en un centro sanitario (siempre que sea posible) o elegir si se quiere despedir en vida de sus familiares.

Además, las anticipaciones de voluntad también ofrecen la posibilidad de designar a una o varias personas que actúen como interlocutoras, que garanticen que se cumple el documento, pero que no puedan tomar decisión alguna al respecto.  

También recoge otras opciones como escoger si desea o no recibir órganos y tejidos, así como donarlos. O someterse o no a tratamientos "cuyo fin exclusivo" sea mantener la vida. 

Entre otros puntos, expone además la posibilidad de que en el caso de que existan óvulos o semen congelados para la reproducción asistida, su pareja de hecho o derecho pueda inseminarse con ellos, donarlos de manera anónima, cederlos a fines de investigación o destruirlos. Además de donar el cuerpo para la investigación o enseñanza universitaria.