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Los flamencos de Janubio, un hecho para poner en valor la riqueza de especies de Lanzarote

El ornitólogo, Gustavo Tejera, anima a "no dar importancia solamente a estos hechos puntuales, sino a valorar también a las especies endémicas de Lanzarote"

Michael Valdivia

Flamenco común en las Salinas de Janubio en el año 2010. Foto: Gustavo Tejera

A raíz de la presencia de varios flamencos en las Salinas de Janubio el pasado mes de julio, La Voz ha entrevistado al ormitólogo Gustavo Tejera para hablar de este fenómeno no tan extraño en nuestras costas. Tejera es un apasionado de las aves y la biodiversidad de Lanzarote y el Archipiélago en general. Graduado en un grado superior de Educación y Control Ambiental, su trabajo consiste en realizar campañas y proyectos de información y divulgación de educación ambiental. Además, también tiene estudios en técnico de campo y en trabajos relacionados con la ornitología.

Este trabajo a veces significa ver aves que no suelen ser comunes en las Islas. Es el caso de los flamencos que se dejaron ver por Janubio, una zona donde abunda la Artemia salina, un tipo de crustáceo que proporciona ese tono rojizo característico de estas aves. "Se alimentan de este crustáceo para tener ese color rojo y así exhibirse", explica Tejera.

Y es que los flamencos realizan un largo viaje desde lagunas del Mediterráneo en Francia o Italia, y se dirigen a Mauritania o, incluso, Senegal. "En España, los principales núcleos reproductores son Doñana, Fuente de Piedra y en salinas de Santa Pola y en algunas lagunas de Albacete", explica. Uno de los principales problemas a los que se enfrentan los flamencos es a la desertificación

Flamencos en Lanzarote (Fotos: Daniel Bethencourt)
 

Asimismo, al estar tan cerca del continente africano, Canarias es una de las rutas que utilizan las aves migratorias para desplazarse de una zona del mundo a otra. Este es el motivo por el que tantas especies eligen Lanzarote para descansar y alimentarse para luego continuar su viaje. "Las aves usan varias rutas dependiendo de la ubicación de sus cuarteles de edificación, por lo que algunos van más cercanos a la costa africana y otros que van más por el interior, dependiendo de los vientos", aclara el ornitólogo.

Incluso, no solo llegan especies africanas y europeas, "sino también americanas, ya que a veces cuando se desplazan y coincide con un huracán, lo bordean, y al final acaban en Canarias", comenta. 

 

Nuestra costa, un refugio perfecto

Los 191 kilómetros de costa que tiene Lanzarote la convierten en el refugio idóneo para las aves de paso y, también, para las que viven permanentemente aquí. Muchas de las especies que vienen del continente europeo, como rapaces o patos, "nos da un mayor potencial de observación en Lanzarote o Fuerteventura que otras islas como El Hierro o Tenerife", indica Tejera.

Las Salinas de Janubio, la Marina de Arrecife, El Bosquecillo, el Risco de Famara, el Archipiélago Chinijo y toda la costa norte son las zonas que concentran la mayor parte de aves migratorias. Dependiendo del lugar, se pueden apreciar unas especies u otras. "Si te vas al Parque Temático de Arrecife te podrás encontrar un montón de pajaritos en paso migratorio que para la mayoría de la gente pasa desapercibido, pero te puedes encontrar 20 o 30 especies distintas en un día bueno de observación", comenta.

Imagen del Risco de Famara. Foto: Michael Valdivia

 

Las aves migratorias que aprovechan su paso por Lanzarote para descansar, alimentarse o nidificar alcanza las 300 especies. Corresponden a aves norteamericanas principalmente, pero también europeas, africanas y, aunque parezca imposible, asiáticas. "Este punto clave geográfico en el que confluyen distintas rutas migratorias de distintas especies convierten a Canarias en un punto muy exclusivo a la hora de observar aves", comenta el experto. 

Si los flamencos se desplazan mucho de su ruta, puede que no lleguen a su destino y mueran

Sin embargo, aunque las aves de paso son abundantes e interesantes de ver, en general nos solemos olvidar de la riqueza de especies que tenemos en Lanzarote que viven siempre aquí y que están en peligro. "Tenemos que poner más en valor lo que tenemos en nuestras islas que van desapareciendo, más que centrarnos en eventos puntuales como la aparición de flamencos que en muchos casos, si se desplazan mucho de su ruta, puede que no lleguen a su lugar de destino y mueran", reflexiona. 

Este hecho es algo que ocurre con todas las especies, ya sea con los flamencos o con el mosquitero bilistado. De hecho, este último pesa aproximadamente 10 gramos y llega desde Siberia volando más de 10.000 kilómetros de ida y luego, la misma distancia de vuelta. "La presencia del mosquitero papialbo se está empezando a ver en Lanzarote desde hace unos 10 o 15 años para acá de forma habitual, cuando antes no se tenía constancia de esta especie", declara Tejera.

El ornitólogo manifiesta que "este tipo de hechos pasan desapercibidos porque vemos, por ejemplo, los flamencos que son rosas y majestuosos, pero nos visitan constantemente especies migratorias y nos centramos en anécdotas como esta que están muy bien pero nos olvidamos del alcaraván, del guirre, del cuervo o del águila pescadora". Y es que esta última es tan importante que aparece en el escudo de Arrecife y, por desgracia, "la especie está a punto de desaparecer de Canarias", lamenta el experto.